The Culture Shock: A Story of a Young Mexican Girl’s Life in the US

When my family first moved to the United States some forty years ago I had spent most of my early, developmental years in Mexico. My father got a job for a laboratory in Pennsylvania and as you can imagine the culture shock that I felt was enormous. For example I was the only Hispanic student at my school until my senior year. College was better since I had access to a more varied demographic. Yet in those first years here in the States it felt as if I would never be able to acclimate.

To be fair I was exposed to some very nice people. Our next door neighbors were a pleasant elderly couple. The husband had served in World War II (himself a first generation emigrant from Italy) and was wounded. He had served his adopted home but had lost the opportunity to have children of his own. They practically adopted me as their granddaughter and with their help I was able to withstand those first few years.

Through out my life I remained in contact with them. Giuseppe "Joe" passed away in 1997 after complication via a lung illness. His wife passed away in her home two years ago at the age of 92. I brought her to her doctor's appointment and we went shopping once a weak. The hospice service provided her with excellent care and allowed her to stay at home. The home she and Joe purchased after he was discharged from the military.

Recently I have had a logging two go back to my heritage.

It has begun to mean a lot to me as I age. But when you read that, don't think that I am turning my back on my adopted home country. For I am a child of two nations. When I first came to the US I tried to fit in, I worked hard to learn English, and then worked even harder to get rid of my accent. Now I realize that Spanish comes hard to me and it made me wonder what else I am missing. This soul searching has led me to explore my old home. For that reason I have begun to polish my Spanish.

That means that I have written some of my entries in Spanish thought the great majority of them are in Inglés. At other times I have translated one to the other. Though I fear one is weaker than the other.

Through this exercise I have remembered things once forgotten. Learned things never known and grown as a person.

And with that I am able to understand those things that were unexplainable as a child. I am able to overcome that last little bit of culture shock.

Ahora en español.

Como muchos de ustedes saben, aquellos de ustedes que me conocen personalmente, he estado en un estado de transición últimamente. Cada vez es más importante para mí recuperar algo de lo que, a veces, se siente como si hubiera perdido. La transición a un nuevo país está llena de turbulencias para muchos de nosotros, los niños no son una excepción. Mientras que como adultos puede parecer a veces que son mejor adaptarse que nosotros, es diferente, proporcionándoles un conjunto único de obstáculos para superar.

The Culture Shock: Una historia de la vida de una joven mexicana en los EE.UU.

Esta es mi historia.

Cuando mi familia se mudó por primera vez a los Estados Unidos hace unos cuarenta años, había pasado la mayor parte de mis primeros años de desarrollo en México. Mi idioma principal era el español. Viví y pensé como una joven de Jalisco. Mi padre, un hombre brillante ya había vivido y estudiado en los EE.UU. Era de una familia rica que esperaba que llegara lejos. A mediados de los años setenta consiguió un trabajo para un laboratorio en Pensilvania y como puedes imaginar el choque cultural que sentí fue enorme.

Por ejemplo, fui el único estudiante hispano en mi escuela hasta mi último año. La universidad era mejor ya que tenía acceso a un grupo demográfico más variado. Sin embargo, en esos primeros años aquí en los Estados Unidos se sentía como si nunca sería capaz de aclimatarme.

Para ser justos, estuve expuesto a gente muy agradable. Y ayudaron a aliviar algunos de los temores que tenía.

Nuestros vecinos de al lado eran una agradable pareja de ancianos. El marido había servido en la Segunda Guerra Mundial (él mismo un emigrante de primera generación de Italia) y fue herido. Había servido en su hogar adoptivo, pero había perdido la oportunidad de tener hijos propios. Prácticamente me adoptaron como su nieta y con su ayuda pude soportar esos primeros años.

A lo largo de mi vida estuve en contacto con ellos. En 1997 falleció Giuseppe "Joe" después de una complicación a través de una enfermedad pulmonar. Su esposa falleció en su casa hace dos años a la edad de 92 años. La llevé a la cita con su médico y fuimos de compras una vez débil. Me llamó su hija cuando me presentó a la gente. Era dulce y amable y me enseñó mucho. Era la abuela que vivía al lado. Se convirtió en parte de una familia que se extendió por dos continentes y tres países.

El servicio de hospicio le brindó un excelente cuidado y le permitió quedarse en casa. La casa que ella y Joe compraron después de que él fue dado de alta del ejército.

Recientemente he tenido una tala dos volver y explorar mi patrimonio.

Ha empezado a significar mucho para mí a medida que envejezca. Nuestras visitas a la ciudad natal de mi familia y el contacto con parientes que viven aquí o en otros países se ha convertido en una parte importante de mi vida. Hay conflicto allí. Soy la combinación de mis experiencias, soy hija de dos naciones. Cuando llegué por primera vez a los EE.UU. traté de encajar, esto fue un desafío, trabajé duro para aprender inglés, y luego trabajé aún más duro para deshacerme de mi acento. Ahora me doy cuenta de que el español viene duro para mí y me hizo preguntarme qué más me estoy perdiendo. Esta búsqueda del alma me ha llevado a explorar mi antiguo hogar. Por eso he empezado a pulir mi español.

Aunque he escrito algunas de mis entradas en español la gran mayoría de ellas están en Inglés. En otras ocasiones he traducido uno al otro. Aunque me temo que mi español es mucho más débil que mi competencia en inglés. Ha mejorado. Al principio, cuando partí por primera vez en este ejercicio, pasé muchas horas traduciendo y traduciendo el texto hasta que me sentí contento con él. Incluso entonces elegí no publicarlo hasta que uno de mis parientes, de habla nativa, lo miró por mí. En el caso de que he hablado mal sería agradable si usted mencionó el error en un comentario y voy a solucionarlo.

A través de este ejercicio he recordado cosas una vez olvidadas. Cosas aprendidas nunca conocidas y cultivadas como persona.

Y con eso soy capaz de entender esas cosas que eran inexplicables cuando era niño. Soy capaz de superar ese último poco de choque cultural.

Cuando te detienes y miras tu vida, ¿qué ves? ¿Ves de dónde vienes o a dónde querías ir? ¿Dónde estás ahora?

Las vidas son extrañas en que puedes hacer tantos planes como quieras. Pero si realmente quieres apegarte a ellos tienes que renunciar a algo igual de importante.

Gracias por leer.

You may also like...

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *